Estacionar el automóvil en la calle se ha convertido en un hábito diario para millones de españoles. En tanto que en las grandes metrópolis como en pequeñas localidades, resulta cada vez más complicado hallar un espacio de estacionamiento gratuito en las calles. Las políticas de los municipios están orientadas hacia un nuevo modelo de movilidad sostenible, promoviendo el uso del transporte público y la micromovilidad, al tiempo que gravan el uso del coche particular con la extensión de las plazas de estacionamiento regulado.
A principios de la década de 1980, Madrid y Barcelona fueron pioneras en la implementación de las primeras zonas azules en el país. Posteriormente, se popularizaron en toda España, expandiéndose a otras ciudades y comunidades autónomas. Décadas después, surgieron las zonas verdes, que otorgan preferencia a los residentes locales al permitirles estacionar sus vehículos sin límite de tiempo a cambio de una pequeña tarifa. El Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) abarca más que las zonas azules y verdes, incluyendo también áreas de carga y descarga. En los últimos años, han surgido nuevas formas de regulación del estacionamiento para facilitar la rotación de espacios.
Las primeras plazas de estacionamiento regulado fueron las azules, surgidas a principios de los años 1980. Por ejemplo, en Madrid existen áreas urbanas señalizadas con líneas naranjas y azules, así como otras con rayas blancas y azules. Las primeras suelen ubicarse cerca de intercambiadores o estaciones de transporte público, permitiendo estacionar hasta un máximo de 12 horas. Las plazas delimitadas con líneas blancas y azules tienen alta rotación, con un tiempo máximo de estacionamiento de 45 minutos. Es más común hallar zonas de estacionamiento regulado delimitadas con líneas de color naranja, conocidas como zona naranja, que se están extendiendo por toda España. En algunos municipios cumplen funciones similares a las zonas azules o verdes, solo cambia el color de las áreas, pero en otros ayuntamientos se les asigna un uso distinto.
Los ayuntamientos asignan diferentes funciones a las zonas naranjas, a veces similares a las zonas azules o verdes. El Ayuntamiento de Rubí, en la provincia de Barcelona, cuenta con una zona naranja desde hace tres años. El 1 de febrero de 2021, se introdujeron nuevas plazas de estacionamiento en zona naranja que reemplazaron a otras azules. Los usuarios ya no deben pagar por estacionar allí, pero el tiempo está limitado a 90 minutos de lunes a sábado de 9 a 13:30 h y de 16:30 a 20:30 h para fomentar el comercio local. Según el consistorio de Rubí, la zona naranja en el municipio ayuda a dinamizar el comercio al incrementar la oferta de estacionamiento para realizar compras rápidas o trámites. Además, evita que los coches se estacionen por largos periodos en zonas céntricas, reduciendo el tráfico de vehículos que buscan aparcamiento.
La limitación de estacionamiento sigue siendo de 30 minutos, pero la entrada y la salida se deben marcar a través de la app Parkunload, siempre dentro del horario de carga y descarga establecido (de lunes a viernes, de 8 a 14 h y de 17 a 20 h, y sábados, de 8 a 14 h).
Las zonas donde se debe utilizar la app son las siguientes:
- C. Prim (pl. Doctor Pearson)
- C. Cal Gerrer (delante del Mercado)
- C. Magí Raméntol
- C. Prat de la Riba (entre la c. Vapor y la c. Cadmo)
- C. Sant Joan (entre la c. Sant Sebastià y la c. Santa Llúcia)
Dado que cada ayuntamiento establece normas específicas para la zona naranja, se recomienda verificar previamente las condiciones de uso de estas plazas, ya que podrían estar reservadas solo para residentes. Este es el caso del Ayuntamiento de Cunit (Tarragona), que implementó la zona naranja el verano pasado en el barrio marítimo. Esta temporada trae novedades, pues permite a los titulares de segundas residencias aparcar dos vehículos sin necesidad de que coincida la titularidad del propietario del inmueble y del coche.
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